miércoles, 20 de enero de 2010

MI AVENTURA DE SER DOCENTE

Cada individuo tiene una historia personal , una anécdota o un suceso importante que contar. Algunos recordamos siempre el dia màs feliz de nuestra vidas y claro aunque no quieramos hacerlo tambien las desventuras vividas. Pero muy pocas veces reflexionamos sobre las razones que repercutieron para que esos sucesos se llevaran a cabo. La razon de estas primeras lineas fueron a las que me llevo una pregunta plasmada para esta actividad ¿Cómo fue mi encuentro con la docencia? ¿La abre encontrado yo o ella a mi? ¿Fue casualidad? ¿ o verdadera vocaciòn?
Por lo que tendre qu ir desde el principio de mi vida; todos estamos de acuerdo que la familia es parte importante y en ocasiones determinante en nuestra formaciòn como individuo. En mi caso en particular creci en un ambiente de docencia (bisabuelos, abuelos, padres, tios, todos ellos amantes de la educaciòn)rodeada de libros y examenes que calificar, un mundo en que las palabras enseñar, aprender y sobre todo escuchar imperaban en mi mente; a mis hermanos y a mi nos gustaba jugar a la escuelita, imitar a mis padres y reprobar a mi hermana pequeña.
Desde joven mis padres me comenzaron a dejar sus grupos en mis manos, cada vez que se presentaba algùn inconveniente por lo cual tenian que ausentarse de su trabajo, y aunque no lo tomaba con la seriedad que se debia sentia una sensaciòn de felicidad que en ese entonces no entendia, cada vez que me llamaban “maestra”.
Y sin pensar que lo que comenzo como un juego, ahora se ha convertido en mi profesion y finalmente en mi vocaciòn. Por lo cual uno de los momentos que tengo màs presentes en mi vida, fue mi primer grupo en mi primer escuela, eso ya hace 5 años los cuales son los que he ejercido esta profesiòn, ahora si enfrentandome a la realidad a mi realidad yo sola ; donde si bien es cierto que he retomado estrategias de enseñanza de mis padres y de algunos profesores que han influido en mi vidad positivamente, en mi afan por hacer bien mi trabajo y destacar por meritos propios he realizado mi busqueda de estrategias poniendole mi toque personal, desarrollando poco a poco mis habilidades para enseñar y claro tambien aprender. Si algo he aprendido en estos cinco años es que los alumnos nos dan lecciones importantes que nos ayudan a que nuestra capacidad de observaciòn y asombro no se pierdan. Debido a que el ritmo de vida que llevamos nos vuelve indiferentes y mecanizados, y algunas veces hace que la vida en el aula pareciera igual todos los dias; pasamos lista, revisamos tarea, introducimos el tema, lo explicamos, damos ejemplos, reafirmamos y nuevamente dejamos tarea, tal vez en diferentes momentos, que de un dia a otro tenga una variaciòn, pero al final caemos en el error de confundir lo cotidiano con la cotidianidad.
Por lo que entender nuestro tabajo y comprender el acercamiento con la docencia diario implica de verdad un ejercicio de reflexiòn profunda, y encontrarle un sentido, claro seria una irresponsabilidad creer que todo lo hago bien y ser perfecta, pero dia a dia mi practica docente, el trabajo colegiado que realizo me ha ayudado a sustentar bases màs solidas,e ir reafirmando mi compromiso hacia mis alumnos dia a dia, ¿ si soy buena maestra? No lo se , tal vez no soy la persona indicada para contestarlo, pero estoy llena de satisfaciones, y momentos que recordar y por supuesto que contar; y lo que sin temor a equivocarme le podria decir para concluir que en este momento estoy en el lugar correcto, haciendo lo que màs me gusta

MI CONFRONTACIÓN CON LA DOCENCIA

Si bien es cierto que la educación es un reto educar lo es más; por supuesto que en nuestras aulas enfrentamos problemas y de alguna manera hemos aprendido a resolverlos, tómanos decisiones y emprendemos proyectos; estoy de acuerdo con los compañeros de maestría, algunas veces nos divertimos y otras nos preocupamos, pero estoy conciente que el éxito o fracaso depende de nosotros como docentes, de la seguridad de las estrategias y de los métodos que utilicemos, pero principalmente de la confianza en nosotros mismos y que mostremos, frente ha esta lucha continua por ubicar a la escuela en una realidad cambiante y que responda a las necesidades de la época que nos lleve al perfeccionamiento de nuestro quehacer educativo.

Por lo que los elementos formativos como docente cuando inicie mi profesión hace cinco años, se han ido de alguna manera incrementando, con los cuales me he apoyado para ir reconociendo poco a poco mi propio acervo diferencial de saberes adquirido y también de ignorancias, lo que me permite de alguna manera conceptualizar lo que sucede, y tratar de ser ese docente que la sociedad exige; la de acercar a los niños al conocimiento, pero con calidad, equidad y pertinencia; con el fin de contribuir a la formación de alumnos capaces de comprender la realidad desde diversas ópticas culturales, de tal manera que ellos intervengan con éxito y se enriquezcan con ella.